¿Y tú de quién eres?

🎵 ¡De Marujita, otra vez te lo estoy diciendo! 🎵

Así sonaba una canción de No me pises que llevo chanclas. Les recordarás si tienes unos añitos, como yo.

Y si les conoces será porque:

  • Tienes una cultura musical envidiable. Mis felicitaciones.

o

  • Serás, más o menos, de mi quinta: del 74. Ese año nací en Bilbao. Y en Bilbao vivo y comencé a montármelo profesionalmente por mi cuenta en 2015.

O a «emprender», como está de moda llamarlo. Odio el término. Pero eso, mejor te lo cuento otro día.

El "chico para todo" que se cansó de serlo y descubrió que es más saludable (y rentable) no intentarlo

Como lo lees.

Hasta 2015 estuve 20 años de empresa en empresa: diseño, redacción, coordinación de equipos, gestión de redes sociales…

… radio, prensa, web, diseño, redacción, agencia, departamento interno de comunicación…

En resumen: era bombero y apagaba fuegos. Y me agotó.

Así que en 2015 comienzo como profesional autónomo. Y, primer error: hacía de todo para todos. ❌ ¡MEEEC! ❌

Lo mismo redactaba artículos de blog para hoteles rurales, que diseñaba una web a un proyecto educativo con unos textos que me pasaban escritos en arameo. O eso me parecían.

Total que en 2019 me reinvento. Como Madonna.

Menos mal que el ser humano NO tropieza dos veces con la misma piedra

Si esto es cierto, debo ser un ñu. O una cacatúa.

Porque mi GRAN idea fue ofrecer mis servicios a profesionales autónomos como yo. ¡Gran idea sobre el papel! Porque en la práctica, muchas veces topaba con clientes que:

  • infravaloraban mi trabajo de diseño o copywriting.
  • tenían presupuestos (muy) reducidos,
  • o pensaban que MI trabajo no merecía el mismo precio que el SUYO.

Mientras tanto, colaboraba en proyectos con otros compis de profesión: yo diseñaba y ella redactaba.
O él se encargaba de lo visual y yo de la identidad verbal.

Y de repente… ¡la bombilla se encendió!
Bueno, vale: es mentira. No tuve ninguna aparición mariana. Pero hay que dar épica al momento, ¿no?

“Ofrecer debes lo que mejor haces a quien necesite y valore” Yoda dixit

Pensando – pensando, me di cuenta de algo muuuuy importante.

Los proyectos más disfrutables y que mejor llegaban a puerto eran:

  • los que el cliente sabía que necesitaba unos (buenos) textos de ventas para dar alma a su web, visualmente impecable.
  • los que consistían en poner de gala unos copys que quitaban el aliento (y la cartera). Les faltaba flow gráfico.

Así que, llevando todo esto un poco más allá, me pregunté:

¿Y si ayudo con el copywriting a quien sabe que su trabajo visual cojea sin él
o
diseño para profesionales que necesitan que sus textos entren también por el ojo?

Y aquí me tienes. Más feliz que una perdiz trabajando para quien mejor conozco: profesionales de la escritura y la imagen, como tú o yo, que necesitan completar el puzzle de su trabajo.

Lo mejor: formar equipo con otros copys, diseñadores, fotógrafos o periodistas que conocí como clientes.
Ahora sacamos adelante proyectos juntos.

"¿Y esa llave como logo? ¿Es que eres cerrajero?"

Pues… un poquito sí. Soy cerrajero del diseño y del copywriting.

Abro la puerta hacia las ventas con las palabras necesarias a proyectos gráficos que confían en el poder de la redacción persuasiva.

Y tengo otra llave a un nuevo multiverso. Si vives de escribir y necesitas en tu logo o en tu web algo más que “un seis y un cuatro…”, ¡claro!

Tu negocio también es mitad palabra, mitad imagen. Como mi llave: medio verde, medio mostaza. Un todo compuesto por 2 partes complementarias.

Si falta una de ellas, la cerradura no abre. O no hay por donde coger la llave. Por mucho que nos empeñemos.

¿Te apetece leer de copy y diseño sin ponernos en plan chapas?

Pues, apúntate a mi newsletter dando al botón gordo de ahí abajo.

Te hablaré de diseño y copywriting. Por separado y revuelto. Con cebolla o sin cebolla.

Alguna vez intentaré venderte la moto. Otras te haré algún regalito.

¿Que no te interesa lo que cuento? Te borras y punto.

PD: estoy seguro de que no lo harás. Y si lo haces, antes de darte de baja: ¡llámame cansino!

Oye… y la opinión de tus clientes, ¿dónde está?

Buena pregunta.

Mira, podría ponerla aquí y aburrirte. Incluso podría inventarla.

Pero, si quieres leer unas cuántas del puño y letra de gente muy contenta con lo que ha conseguido contratando alguno de mis servicios: entra en mi perfil de LinkedIn y échales un vistazo.

¡Ah! También puedes agregarme a tu red de contactos.

Si te apetece. Si no, pues… tan amiguis.