¿Por qué tu web de servicios gráficos no vende ná?

Empezaré explicando, según la RAE, un término que quizá desconozcas:

Oxímoron: Combinación, en una misma estructura sintáctica, de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido, como en «un silencio atronador».

Es una palabra que me encanta: oxímoron. Amo las esdrújulas.

Repítela mentalmente. Te doy tiempo.

Vale. Pues también existen los oxímoron gráficos. ¿Cómo te quedas?

Te muestro uno:

Retorcido, ¿eeeeh? Alguien ha prohibido fijar carteles, plantando uno bien gordo en la fachada. ¡Brillante! Como el arroz.

PD: si encuentras algún oxímoron gráfico, te invito a que lo compartas en comentarios ⬇️

¿Por qué una página de ventas que no vende es un oxímoron marketero?

Supongo que no tengo que explicar la ecuación, ¿verdad?

Página de ventas sin ventas = Oxímoron + disgusto al canto

A ver. Si está hecha para vender tu servicio gráfico o audiovisual y la pobre se come los mocos, tu página es un oxímoron digital. Pobrecita. ¡Dale un kleenex!

Pero tranqui. Que, si te quedas, te doy unas claves que pueden transformarla de «oxímoron» a «definición gráfica de». Como Chábeli en «De niña a mujer». Pero versión landing-page.

Atención: ¡despegamos!

Si tu página de ventas no vende, igual es porque habla a todo el mundo mundial

Que lo mismo intentas vender a Rufa, la vecina del quinto, a tu sobrino skater y al papá calvo de tu novia. 

Y mira: no. Eso no lo hacía ni Avon cuando llamaba a tu puerta. Como abriera «el señor de la casa», lo tenía clarinete. No vendía ni una sombrita de ojos.

Así que ya sabes: céntrate en hablar a quien va a comprar tus diseños, tus fotos o tus anuncios tan bien editados.

Dirígete a tu buyer persona o cliente ideal. Como estoy haciendo yo ahora, querido o querida: reportera gráfica / diseñador / realizadora (guiño, guiño 😉)

¿Y cómo descubro a mi cliente ideal?

Pues, como la bola de cristal no funciona para estos casos, toca investigar

Mi truqui-consejo:

  • mira a tu interior como la Bestia y descubre aquel campo que más controlas

o

  •  analiza tus trabajos buscando un (buen) patrón. Ese que define por qué los resultados han sido taaan gratificantes.

Y luego a investigar esos aspectos: tiki – taka – tiki – taka… 

Se dice pronto pero lleva unas horitas de trabajo. Como preparar una sesión de fotos, los bocetos de una web o unas propuestas iniciales de logotipo.

Una vez que sabes más que los ratones coloraos sobre ese cliente al que quieres vender la moto de tus servicios gráficos: ¡toca aprender idiomas!

– WHAAAAT?

Tu página de ventas tiene que hablar como tu cliente

Porque sino: no os vais a entender. Bueno, mejor dicho: no te van a entender y van a pasar del rollo patatero que le estás metiendo.

Así que déjate de meter palabrejas para que se note que tienes estudios. No te vaya a pasar como a esta profesora de debajo: sus alumnos aún están en shock.

En resumen, olvídate de:

  • Siglas como CMYK, RGB o UX. A ver si van a creer que estás pidiendo el voto para el nuevo partido político de turno.

  • Aperturas focales, planos americanos o cenitales. La ciencia-ficción para las pelis de sobremesa.

  • Anglicismos como branding, rebranding, packaging, render o mixer. Siempre hay una palabra equivalente en nuestro idioma. Y puede que quien te lea, de inglés lo máximo que sepa sea el típico: “Inglis pitinglis”.

Por supuesto di adiós a expresiones del tipo: 

  • Equipo multidisciplinar.
    ¿En serio? ¿También domináis la disciplina de esgrima, boxeo y karate?

  • Hacemos lo que se le ocurra a tu imaginación.
    ¡Acabáramos! Si van a tener que venir de casa con los deberes hechos, ¿para qué van a contratarte?
    ¿Y si lo que se les ocurre es un churro? ¿No vas a asesorarles?

  • Servicios 360.
    Desde que existe Paquita Salas, ese término suena a comedia de Berlanga.
    De veras. Tu cliente ideal también lo piensa porque Paquita es una institución pop.

Vale. ¿Y cómo habla mi cliente?

Sencillo. Tu cliente habla de forma sencilla. Sin palabras rebuscadas, técnicas o de postureo. 

Y el primer objetivo de tu página de ventas es que se entienda. Luego ya, si eso, vende.

Tu cliente quiere frasecitas cortas. Una idea, una frase.

Y quiere los párrafos separados. Porque se usan para indicar que, temáticamente, estás hablando de otra cosa. Como este párrafo. Que ya no habla de las frases. Ese era el anterior. Este habla de los párrafos.

Otra ventaja de un buen uso de los párrafos es que el visitante de tu web no colapse por falta de oxígeno. Porque un párrafo extremadamente largo puede requerir bombona de oxígeno para llegar al final.

Y no queremos eso. Queremos vender y que nos entiendan, ¿verdad?

Pues ya sabes: revisa todo esto que te cuento y dale una vuelta a los textos de venta de tu web.

Otro día te hablo sobre qué contar a tu cliente. Que, básicamente, se resume en: cuéntale la papeleta que resuelves, cómo lo haces y, ante todo: deja tu ego aparcado.

Pero eso te lo explico en otro post. Que ya te he calentado la cabeza bastante.

¡Ah! ¿No has tenido bastante? Pues te invito a conocer cómo puedo ayudarte a vender con copywriting tus servicios de diseño, fotografía o de edición de vídeo.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.